Las múltiples manifestaciones culturales que surgen en euskera han tenido su hueco en el Loraldia Festibala. Es más, Loraldia se ha convertido en un agente dinamizador que ha incitado a sus creadores a investigar nuevos territorios, a cultivar disciplinas que quizá nunca creerían, a crear atractivos espectáculos y a trasladar su creatividad al centro de Bilbao.
El Festival Loraldia ha hecho un hueco a la creatividad, en grandes palabras. Ha descubierto a nuevos creadores, ha lanzado propuestas valientes, ha ofrecido plaza y protagonismo a las mujeres creadoras, ha fomentado la colaboración entre creadores, ha bebido de la vieja fuente y ha extendido a nuevos universos la cultura creada en euskera. Bilbao se ha convertido en la gran plaza de la cultura vasca durante un mes cada año. Y ha despertado emociones.