El Festival nació para homenajear al payaso catalán Charlie Rivel y hacer de Cornellà la ciudad de los payasos con espectáculos en la Carpa principal, pero también en las escuelas, en las residencias de gente mayor y en los espacios públicos con el objetivo de poner en valor la figura de los payasos y payasas y mostrar al público el amplio abanico de registros del lenguaje del clown: desde los payasos de circo tradicional hasta los montajes más innovadores y experimentales pasando por las actuaciones en la calle.
El Festival forma parte del ADN de la ciudad y del imaginario de diferentes generaciones de cornellanenses y cornellanenses desde hace treinta y cuatro años. La voluntad del Ayuntamiento fue apostar por la cultura y situar a los payasos en una esfera más amplia y representativa.
Así, el Festival se alza como una plataforma para dar a conocer payasos y payasas de renombre internacional, desconocidos en algunos casos en nuestro país en cada una de las diferentes escuelas de este arte: el estilo de los payasos del este, maestros del mimo; el clown de tono reflexivo; quien prefiere el humor del absurdo y la ironía mordaz…payasas y payasos clásicos, rompedores, innovadores y mágicos, pero con un denominador común sacar una sonrisa y remover conciencias.
En las últimas ediciones el Festival ha querido reivindicar y dar visibilidad a la figura de las payasas como artistas con presencia en este arte, porque la compleja tarea de hacer reír no entiende de género, por el contrario, el humor es un arma poderosa contra las desigualdades.